The Fear, Lily Allen
Penny y Jenny son mejores amigas.
Se parecen en muchos aspectos, tanto físicos como emocionales, e incluso
paranormales. Chiquitas, con ojos de peluche y, sobre todo, masoquistas.
Masoquistas con intenciones olímpicas y con pretensiones galácticas.
Penny tiene un novio skater, de
cabeza rapada y que, a falta de otras palabras, es un hijo de mami. Su nombre
es Peter, por cierto, y creo que fue un acto inconsciente de Penny para
escribir en las carpetas P y P y se
vea “más boni”. Peter es lo que se
conoce aquí como amixer y en España
como cani, pero universalmente se usa
la palabra imbécil.
A Peter le jode que Penny tenga
amigos hombres, que le manden mensajes, que la miren casualmente, que respiren
cerca a ella, que se te ocurra pensar que es linda, que la hagas reir, que
escuches una canción que ella tenga en su celular y otras estupideces que me
estoy inventando para ejemplificar que es un pobre baboso sin personalidad que
cree que Penny es un llavero.
He visto a Penny llorar por Peter
unas quince veces, por dar un numero al azar. En los parques, las veredas, en
clases, en los baños, ningún lugar es malo para llorar por Peter. Y cada vez,
contrario a la costumbre, se me estruja un poquito más el corazón por la
pequeña Penny. Su aura angelical le da ese derecho, su realidad se lo arrebata.
Una vez me dijo que iban a terminar
de una vez por todas, que los ataques de celos de Peter eran ya insoportables y
que…
-
- Estoy cansada de siempre terminar así. Me llega
tener que llorar por él y a la media hora me este llenando el teléfono de
llamadas pidiéndome perdón.
A la mañana siguiente están, otra vez, habían vuelto porque…
- Me dijo que va a cambiar y yo le creo. Pero esta
es la última vez. En serio.
De una manera muy extraña, es hasta
tierno el concepto de última vez que tiene Penny. Anda ya, que es casi iluso de
formas perturbadoras.
Jenny es más de lo mismo, de eso se
basa eso de los mejores amigos hoy en día. Ya no tiene gracia el asunto. El
aminovio de Jenny es casi lo mismo que Peter, solo que de este no tengo la más mínima
idea de cuál es su nombre y un carajo que me importa, pero es el mismo
prototipo de macho alfa protector de una presa que no existe.
Con Jenny si he tenido un interés
que tiraba más a lo romántico (con Penny sería hipócrita si dijese que nunca me
he imaginado algo con ella) pero cuando creía que ya el territorio estaba
libre, ¡zas¡, volvía con su patancito y empecé a perder las ganas de siquiera
hablarle. Mi motivación e insistencia es flojísima en esos aspectos (todavía no
le hablo a la Polaca de esa vez) y viendo las posibilidad, ni fu ni fa.
Tengo el presentimiento que Penny y
Jenny nunca se darán cuenta que su autosacrificio ha sido en vano y que la
gente no cambia pero, quizás algún dia se iluminen y salgan del trance para que…
Bah, nunca van a darse cuenta.
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