Down on the West Coast they got a saying
"If you're not drinkin' then you're not playing"
But you've got the music, you've got the music
In you, don't you?
No habían planes para ver de nuevo a Ella luego de mi cumpleaños pero hay una distancia muy grande entre lo que quiero y lo que debo. Y una extraña necesidad de no sentirme solo, relativamente reciente, desde que se fue Verónica hace un par de meses.
A veces Ella viene en las tardes y se va en la noche dejando mi cuarto con el olor de esos cigarros que no debo mencionar. Y a veces se queda hasta al día siguiente y escapa de prisa a las seis de la mañana para no llegar tarde a sus clases, con esa energía que le dan sus monstruosos 18 años. A esa hora, en vez de aromas, deja cabellos rojos sobre la almohada.
No hay reglas establecidas. Ella huye de una de esas relaciones largas y no quiere hablar de compromisos, pactos o juramentos. Y a mi me gusta una chica de la que no quiero escribir pero que no tiene tiempo en general o no tiene tiempo para mí; y ninguna de esas opciones me emociona en este momento. Yo he decidido no presionar.
Hoy, por ejemplo, Ella se despertó a las cinco y se puso a revisar las crónicas que he escrito y que tengo guardadas a un lado del escritorio. Dicen que le gustan pero yo supongo que son las feromonas o esas sustancias que se segregan luego de hacer el amor.
Revisa mis libros y se queja porque "hay mucho García Marquéz pero poco Borges".
Comentarios
Publicar un comentario