La chica bonita que se sienta a la izquierda recibe mis rosas rojas.
La sorpresa en sus ojos negros, la sonrisa coqueta.
Creo que es un atentando a tu fragilidad hacer que cargues hasta tu casa a un arreglo tan grande.
Creo que es una falta de respeto que, con esa mirada, te lleves a tu casa un arreglo tan pequeño.
Como todas las chicas bonitas, te mereces rosas por tu cumpleaños.
Y a alguien mejor que yo, como remitente.
Comentarios
Publicar un comentario