Ir al contenido principal

"Chicas Malas" Capitulo Diez: La Historia Imposible de Damon y Susie






Te amo Susie. Te amo Susie. Enviame al Oeste.

Chup Chup, Australian Blonde



Y de la nada, en una clínica

Roxanne esta a mi lado, con los ojos llorosos. Y no sé porque está a mi lado. No sé qué hago allí. La gente pasa y me mira, seguro piensan: Cabron, ¿Por qué la haces llorar a tu novia? Si supieran, si supieran.

- Gracias por acompañarme – me dice mientras esperamos los resultados de su prueba para ver si realmente está embarazada. No sé porque, tengo miedo.

- Por pena. No me agradezcas – y al mirarla, a pesar de sus ojos lacrimosos, pareciese que no le importa que la trate mal, me mira con agradecimiento - ¿Le has dicho a Pedro?

- No, no quiero decirle a nadie. Me mataría. Me mataría el, y mi mama, y Jorge. Y no sé qué hacer, no pienso abortarlo – y vuelve a llorar, la gente nos mira raro.

Una enfermera pasa y me dice que un momento nos vera el doctor.

- ¿Su novia está bien? – me pregunta, y cuando le digo que no lo es, me mira como a un perro. Debe creer que la niego. No es tan lejano de la realidad, tampoco.

- ¿Cómo te gustaría que se llame? – y Roxanne señala su barriga, aun sin señales visibles de embarazo.


- No estás embarazada. Por lo menos no está confirmado.

- Solo contéstame…


- Damon. Le pondría Damon.

- ¿Por qué Damon?

Y me acuerdo que probablemente ella no tiene idea de quién es Damon Albarn. La enfermera nos dice que pasemos. Me sigue mirando como a una mierda. Que creerá de mí.

- Te espero afuera – le ruego, no quiero que el doctor me sermonee creyendo que yo soy el irresponsable.

- No, ven conmigo. No seas malo – cogiéndome de la mano.

El doctor es un viejito que debe tener, mínimo, 60 años. Tiene unos papeles en la mano, probablemente el resultado de los exámenes.

- No se han estado cuidando, ¿eh? – y tose, el doctor viejito. Si se muere durante la consulta me sentiré culpable sin saber por qué

- No es mi pareja, doctor

- Ay, los muchachos de ahora. Meten la pata y luego tratan de librarse de las culpas.


- Lo dicen en serio, no es mi novio – me trata de defender Roxanne

- Bueno, en mis tiempos las cosas se hacían diferente. Ustedes ya no respetan el matrimonio.

- No es mi pareja, doctor – y estoy pensando en que podría asfixiarlo y hacerlo pasar como un accidente.

- Claro, claro. Esta vez han tenido suerte…

Roxanne salta del asiento. El doctor se asusta y me mira, quiero mandarlo a la mierda.
- Pero ¿Por qué se atraso mi periodo? ¿Y los granitos y los mareos y…?

- Estrés, debe ser estrés. Míralo tu misma, no tienes nada – le entrega la hoja y me fijo que hay un NEGATIVO rojo grande y el resto no importa. El anciano que dice salvar vidas saca una caja de preservativos y me da uno – Por favor, hijo, ya estas grandecito. Usa la cabeza.

Fuera de la consulta de ese doctorucho que se parece al de Futurama, nos abrazamos. Por algún motivo, estoy feliz de que ella no esté embarazada, aunque no sea un problema mío. La enferma prejuiciosa nos ve y me sonríe como dándome su aprobación luego de ver el abrazo.

- ¡Váyase a la mierda! – le grito antes de que Roxanne me saque a empujones de la sala de espera.

Ya afuera, nos quedamos mirando sin saber que decir. Se suponía que yo estaba molesto.

- Sabes, si hubiese sido mujer le hubiese puesto Susie. Es un nombre feo, pero me gusta.

No le respondo. ¿Qué le puedo decir? Atino a dar el primer paso e irme.

- ¿No vas a despedirte de Damon? – grita y me da el alcance, poniendo mi mano en su barriga, que por ahora se mantendrá plana.

- Chau Roxanne

Ya en mi casa, Jorge me vuelve a llamar y decido contestarle y decirle todo de una vez.

- Hey, han pasado un montón de cosas y no he podido contártelas. No se si tienes tiempo…

- Cuéntamelas en vivo, estoy subiendo al avión. Regreso a Lima, viejo.

Y me quedo frio. Me gustaría ser, por un instante, Damon o Susie.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Naranja dulce, siembra de querubes

Lo único que quiero es que caminemos sin que te atormenten las hipótesis o los mundos paralelos en los que te amo con locura. Universos que existen según Hawking y  Santa Cruz. Lo único que escribo desde hace un par de días es: "ojalá hubiese conocido gente como tú a los 19 y no a los veintitantos" y "ojala que me entiendas  ojalá que me entiendas". Lo único que pido - a los dioses, siempre a los dioses - es no sentir culpa por pasarla bien contigo. Ya nadie sabe ser feliz a costa del despojo...

¿Y si Rosario Ponce no mato a Ciro?

En un mundo paralelo o en un futuro no muy lejano, se demuestra que Rosario Ponce no mato a Ciro Castillo. La necropsia y todas las pruebas que no se como se llaman, y ni me importa saber, lo demuestran. Entonces, ah entonces, se jodió el Perú.  Se jode la prensa. La prensa piojosa, la prensa supuestamente seria, la prensa amarilla. Se jode el Diario Ojo, Perú21,  Nicolás Lúcar (que se excita invadiendo la privacidad ajena tanto como en los ascensores), y buena parte de los noticieros mañaneros y dominicales. Se joden porque con su libertad de expresión (también piojosa) creen que pueden inventar teorías de conspiración (o usar como tonto al padre para que lo haga) sin sustento alguno. Se joden porque no tienen los huevos para pedir perdón si se hace necesario. Porque no pueden explicar que hace a Ciro Castillo tan diferente y especial que las otras miles personas que se pierden en este ...

"Chicas Malas" Capitulo Veintidós: Red Forever (1)

Y me asustan los fantasmas que vienen contigo, hace frío... Ultrabeba, Turbopotamos Soñé mucho con Roxanne Red desde que se fue.  Me la encuentro en la playa, en un camping (que huachafo, camping), en las avenidas de mi rutina, en salones vacíos y hasta en mi cama.  Solo quería que me dejara en paz, Roxanne Red. Porque su maldad acaramelada me obligo a mentir, a dudar y, casi al final, a quererla. La vi llorar tantas veces en la calle y no dije nada. Me hice el loco, como dicen. No porque quisiera, creo que nos convenía a ambos. Varias veces y lo sabe, creo que fui fuerte. Otras simplemente ella iba y yo venía, y fingía indiferencia.  Yo fingía no verla de reojo, nunca me crean.Creo que viajamos juntos en la misma combi, a un cobrador de distancia, por decir. Solo por decir. No sabía entonces que, le habían roto el corazón y que ella había roto un par también. Sus amigas me contaron de ese chico de Miraflores que le llevaba flores al tra...