A las tres de la madrugada de un 28 de julio, extrañé a Verónica Santos. No por primera vez en estas semanas pero sí con más tristeza de lo normal. Con la intensidad de las cosas que no se dicen. Soñé con ella y la extrañé tanto que se ha hecho pedazos algo dentro de mi. Tanto que no pude volver a dormir por el miedo de volver a encontrar esa cabello suyo tan cambiante y entonces, extrañarla de nuevo. Durante la tarde, he pensado en mil formas de decirle que vuelva por la Avenida Brasil. Maneras que no hagan notar la ridícula sensación de melancolía . He intentado plasmar verbos que no activen las alarmas, que no levanten sospechas. A las 8 de la noche, del mismo 28 de julio, voy decirle que regrese y que quiero volver a verla. Le escribo un texto medio triste y medio tonto, sin poner su nombre real porque soy un cobarde. Y porque Verónica Santos sabe leer entre lineas y visitarme de madrugada. I know I left too much mess and destruction To come back again And I caused n...